es importante tener en cuenta que este servicio puede variar según las regulaciones locales y las condiciones climáticas. A continuación, encontrarás algunas características generales que puedes destacar al explicarle a tu cliente la conveniencia de su aplicación:

1. Mejora de tracción en condiciones de hielo: Los clavos para hielo son pequeñas púas metálicas que se insertan en la banda de rodadura de los neumáticos. Estos clavos proporcionan una tracción adicional en superficies heladas o con hielo, mejorando la capacidad de frenado y aceleración del vehículo. Esto ayuda a reducir el deslizamiento y aumenta la seguridad en la conducción en condiciones invernales.

2. Aumento de la estabilidad y el control: Los clavos para hielo mejoran la estabilidad y el control del vehículo en superficies resbaladizas. Al proporcionar una mayor tracción, ayudan a prevenir el deslizamiento lateral y permiten un mejor manejo del vehículo en curvas y giros.

3. Mayor seguridad en condiciones invernales: Condiciones como la nieve, el hielo y la escarcha pueden dificultar la conducción segura. Los clavos para hielo ayudan a superar estos desafíos, brindando una mayor seguridad al aumentar la tracción y el agarre del vehículo en superficies resbaladizas. Esto reduce el riesgo de accidentes y proporciona tranquilidad al conductor.

4. Compatibilidad con neumáticos especiales: Los clavos para hielo suelen ser utilizados en neumáticos especiales diseñados para este propósito. Estos neumáticos están fabricados con una banda de rodadura más agresiva y ofrecen una mayor resistencia a las condiciones invernales. La colocación de clavos en estos neumáticos específicos maximiza su rendimiento y brinda los beneficios mencionados anteriormente.

5. Cumplimiento de regulaciones locales: Es importante tener en cuenta que el uso de clavos para hielo puede estar sujeto a regulaciones locales. En algunas áreas, su uso puede estar restringido o incluso prohibido debido a consideraciones ambientales o de infraestructura vial. Es crucial informar a los clientes sobre las regulaciones vigentes en su ubicación y garantizar que cumplan con los requisitos legales al utilizar este servicio.

Los clavos para hielo están compuestos de dos partes primarias: el pin de carburo de tungsteno, (la parte que resalta en la banda de rodamiento y hace contacto con la superficie del pavimento), y el cilindro metálico que acoge al pin, (el cuerpo que es mantenido en el caucho, por un reborde en su base).
Los clavos para hielo son fabricados en diferentes tamaños para igualar la diferencia de profundidad encontrada en la banda de rodamiento de los neumáticos. El número de clavo representa la profundidad del agujero moldeado en el neumático (ver fotografía debajo). Los clavos para hielo nuevos vienen en diferentes colores para facilitar su identificación.
Los clavos están diseñados para desgastarse en un tiempo similar al neumático, pero el pin central de carburo de tungsteno se desgasta lentamente para mantener la tracción a su mejor nivel. Cuando solo quedan entre 5/32 a 6/32 pulgadas de profundidad, los neumáticos de invierno (incluyendo los que utilizan clavos) pierden efectividad sobre nieve profunda y deben ser reemplazados
Para facilitar la instalación de los clavos, se puede lubricar la superficie del neumático con una mezcla de agua y 2 % de jabón. Una pistola aplicadora expande el hoyo en el caucho e inserta el clavo.
Debido a que se necesita cierto tiempo para que el agua con jabón se evapore y el caucho se comprima alrededor del clavo, los neumáticos con clavos para invierno necesitan un período de ajuste especial. Se recomienda manejar lentamente menos de 31 mph (50 km/h) sin acelerar rápidamente o frenar súbitamente, por una distancia de 62 millas (100 kilómetros).
Los neumáticos con clavos para invierno no deben ser manejados a velocidades elevadas (o giros rápidos de la rueda), esto puede causar que el clavo sea expulsado.